sábado, 2 de junio de 2012

La guerra de los mundos


Posiblemente la película de ciencia ficción más conocida  por el publico general es “La guerra de los mundos” (The War of the Worlds), de 1953. Basada en la novela uno de los mejores escritores de  sci-fi de la historia, H.G Wells y adaptada en 1938 para la radio, con gran polémica, por Orson Welles.

Pese a que en la novela la acción sucede a finales del siglo XIX, en esta primera adaptación cinematográfica nos encontramos en los años cincuenta, en un apacible pueblo californiano, en una noche que no hace presagiar nada fuera de lo común, hasta que del cielo cae, lo que parece ser un meteorito. Pocas horas después queda claro que no son meteoritos, sino naves de guerra marcianas que se van esparciendo por todo el mundo. Cuando parece que se ha probado todo para detenerlas , incluso la bomba de hidrógeno, ocurre un final sorpresivo para todos.


Tenemos que mirar mucho tiempo atrás si queremos ver lo difícil que fue hacer esta película realidad. El primer intento fue en 1925, cuando se pensó en la figura de Alfred Hitchock como director, pero no acepto. El proyecto quedo arrinconado en un cajón, hasta la emisión radiofónica de Welles, tras el revuelo acaecido le ofrecieron la realización, pero tampoco la acepto. Finalmente y tras pensar varias años de espera, el proyecto recaló sobre Byron Haskin, para poder, por fin, hacer realidad el film.

La película fue muy costosa, sobretodo por culpa de los efectos especiales. De un presupuesto inicial de 2 millones de dólares, casi 1500000 se dedicó a ellos. Por suerte para los productores la película se convirtió en un éxito, ganado además el premio Oscar a los efectos visuales y siendo reconocida como una de las mejores películas de sci fi de la historia.

Steven Spielberg dirigiría en 2005 un remake, que si bien, no alcanza en líneas generales a la película que abordamos hoy, no es una mala película. Como homenaje, el director norteamericano, recuperaría dos escenas muy características de la primera versión y les daría un pequeño cameo a los protagonistas (Gene Barry y Ann Robinson)

Como no podía ser de otra forma, no puedo hacer otra cosa que recomendaros esta película, se que pensareis que os las recomiendo todas, es cierto, por eso os voy a decir una cosa más: si solo pudierais ver una película de ciencia ficción de los años cincuenta, elegid esta,  es posible que no sea la mejor, pero por todo lo que significa históricamente y por toda la historia que tiene detrás, la considero totalmente imprescindible.






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