La película de la que
voy a hablar hoy, amantes de la sci fi, es un clásico imperecedero: “El increíble
hombre menguante” (The Incredible Shrinking Man), producida en 1957, dirigida por un habitual de la ciencia
ficción como es Jack Arnold y basada en un relato de Richard Matheson, que
finalmente también se ocuparía del guion.
La acción nos lleva al
tranquilo paseo en barco de Scott Carey (Grant Williams) y su
esposa (Randy Stuart). De repente Scott es cubierto por una
niebla misteriosa. Tiempo después empezará a menguar
poco a poco sin que ninguna prueba médica pueda encontrar una solución para el
problema. Scott comenzará una lucha contra el tiempo y contra circunstancias que
nunca antes hubiera imaginado. La búsqueda de la supervivencia a cualquier
precio.
El guion funciona como
un reloj en este film, se trata de una película corta, pero muy bien hilada,
que casi no te da un momento de descanso. Una muy correcta presentación de los
dos personajes principales para zambullirnos en una historia que tiene varias
lecturas. Por un lado, la historia de por si es muy interesante, parte de una
muy buena premisa, con unos efectos asombrosos para la época, que
sorprendentemente no han envejecido nada mal y con unas escenas cargadas de
tensión, pero por otro podemos ver la lucha interna del protagonista y
preguntarnos ¿qué somos en realidad?, ¿dónde estamos? o ¿cómo de importantes
somos?
Es muy importante a la
hora de visionar películas de estos años, pensar como vivía la sociedad y
que tipo de miedos y problemas existían. El cine siempre se ha guiado por eso y
no iba a ser una excepción por aquel entonces. En los años cincuenta la
radiactividad estaba de moda, aún no se comprendía del todo y es una premisa lo
suficientemente desconocida por el gran publico como para funcionar sin
problemas. Ya se habían realizado más films con este eje, aunque siempre con monstruos mutados por su culpa. La película funcionó muy bien en taquilla recaudando casi 6.100.000 dólares solo en EEUU y fue un éxito de crítica.
Si bien, “El increíble
hombre menguante” no fue la primera, ni la última película sobre personas que
disminuyen su tamaño (Viaje alucinante, de
1966 o Cariño, he encogido a los niños de 1989, son buen ejemplo de ello),
estamos ante la de mayor calidad y mas querida por los fans de la ciencia ficción.
Como
curiosidad, se planteó una secuela que giraría en torno a la esposa de Scott
Carey, pero se abandonó la idea. Sin embargo en 1981 se rodó una no
oficial (The incredible shrinking woman), dirigida por Joel Schumacher (Última llamada, 2002), de ínfima calidad y que no tiene nada que ver, ni con la
historia, ni con ninguno de los creadores de la película original.
¡Qué inquietante película!
ResponderEliminar